martes, 27 de febrero de 2018

Superarse o... perder ante Nadal

Neurofeedback en el Deporte

Hoy me han hecho una entrevista en la radio sobre el uso del Neurofeedback para la mejora profesional. Es un tema interesante y que merece un artículo por si mismo. Pero al preguntarme sobre en qué campos se puede usar el Neurofeedback para este fin, he comentado brevemente algunas anécdotas del mundo deportivo y he pensado que sería interesante aportarlas en el este artículo.


El mundo del deporte de élite está sujeto a mucha más presión que otros ámbitos. Por mucho que diga el eslogan, lo importante es ganar y participar es solo el requisito indispensable para aspirar a la victoria. Y ganar no se consigue siendo bueno, sino siendo el mejor.
Y, como ya decían los romanos en el siglo II, mens sana in corpore sano.
Porque aunque tengas un cuerpo perfecto, si tu mente no está a la altura, se pierde antes de empezar.
Y de eso van algunas de las anécdotas que quería comentar.

Para empezar vamos a hablar del deporte por excelencia -me refiero, obviamente, al atletismo, no al fútbol como habréis pensado la mayoría.
Hay muchos atletas que complementan su entrenamiento físico con un entrenamiento metal mediante neurofeedback, pero voy a hablar de un caso que tiene que ver con un colectivo concreto.
Los Juegos Olímpicos de Invierno se han celebrado en Canadá en dos ocasiones, la primera fue en 1988 y la segunda en 2010. En la primera ocasión Canadá solo ganó cinco medallas, ninguna de ellas de oro, lo cual fue considerado humillante para el país organizador, que además tiene una amplia tradición en modalidades deportivas de invierno. Por eso, en la segunda ocasión se prepararon concienzudamente para que el "fracaso" no volviera a ocurrir. Sabían que tenían atletas de élite capaces de obtener grandes resultados, pero eso ya había ocurrido en la primera ocasión y no fue suficiente, así que pensaron que había que reforzar la parte cerebral y no solo la física. Canadá ha sido uno de los pioneros en el uso clínico del Neurofeedback, así que era obvio que probaran con esta técnica obteniendo unos resultados, que los expertos consideraron sorprendentes, ya que Canadá pasó de haber obtenido 5 medallas a obtener 26.

En el campo del fútbol -ahora sí que toca hablar del deporte rey, al menos rey en audiencia- cada vez hay más equipos que usan esta técnica para complementar los entrenamientos físicos.
Dicen las malas lenguas que todo empezó debido a la apabullante derrota que sufrió el Milán a manos del Liverpool en la final de Champions de Estambul del 2005. En esa ocasión, a pesar de irse el Milán al descanso con una clara ventaja de 3 a 0, no fue capaz de impedir la remontada del Liverpool, que consiguió empatar el partido y llevarse la copa en los penaltis.
En la siguiente temporada el Milán empezó a utilizar el entrenamiento por Neurofeedback para complementar la preparación física y lo mismo hizo la selección italiana que acabó ganando el Mundial de 2006, que se celebró en Alemania.
A raíz de los resultados otros equipos han ido incorporando el Neurofeedback, como el Real Madrid en 2007 o el Chelsea en 2009, por citar alguno de los más conocidos.


Pero uno de los cambios producidos en un deportista profesional que considero más representativo es el de Federer.
En 2008 veíamos con Federer se derrumbaba tras perder contra Nadal la final del Open de Australia.
Tras este partido Federer empezó un entrenamiento con Neurofeedback.
El siguiente enfrentamiento importante contra Nadal fue en Roland Garros de 2009. En las tres ocasiones anteriores la final había sido la misma: Nadal contra Federer, Y en esas tres ocasiones Nadal derrotó a Federer. Pero en 2009 algo había cambiado en el cabeza de Federer, que fue capaz de sumar su primera victoria contra Nadal en ese Torneo.




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